En la arena, a través de los auriculares,
oigo a Jimi Hendrix en Woodstock.
De fondo el atenuado rumor de las olas.
Hay luna llena y las mareas son largas.
Poco a poco traen la arena
que el mar de invierno se llevó.
Los callaos desaparecen;
una nueva playa, un nuevo paisaje.
Me abstraigo en el horizonte limpio.
El sol cae. Quizás el rayo verde.
Mis hijos en el agua, sobre una colchoneta,
también observan y aguardan.
En el último instante una nube
impide el fenómeno.
Los niños salen temblando
y se cubren con la toalla.
Mañana.
Hear my train a’comin.
4 comentarios:
De hecho este poema es en sí un rayo verde. Muy bueno, amigo viajero.
Saludos.
Antonio Arroyo
Agradecido por tu visita y por compartir este rayo.
Un poema con Woodstock y Hendrix dentro es un GRAN poema.
Yo también he oído las olas leyendo esto :)
Hendrix nos lleva a cualquier lugar. Gracias, Rocío, por tus palabras.
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