domingo, 25 de septiembre de 2011

BARRANCO DE MASCA

Uno de los barrancos más hermosos de la isla. Sin prisa para detenerse y contemplar. Es tan necesario alzar la vista para verse enterrado entre las paredes como bajarla para apreciar los detalles de la erosión. Aún no hay corrientes de agua: las lluvias no han llegado. Pero los pequeños riachuelos, algunos estanques,  invitan a ensoñarse en la tierra.
La raíz siempre me atrapa y me sitúa en un paisaje que no es mío porque yo también soy paisaje y raíz.
Al final, una playa virgen, de finísima arena negra, negrísima.