Me habré encontrado con unos cuantos cruces de caminos en mi vida. Siempre resulta una aventura tener que decidir una dirección, sobre todo cuando asumimos las consecuencias que siempre se derivan de una elección.
El espíritu se reconforta por senderos apenas hollados, senderos antiguos solo habitados por vegetación, por pájaros, por el rumor de agua continua. Se olvida durante horas de que habita esta isla y se reconoce en otra.
A veces surge la posibilidad de compartir vaso y mesa con viejos que recuerdan y que te engarzan en una genealogía compartida. Parece que la sangre se reconoce en sus semejantes. Y se asoma una pregunta recurrente: ¿cuántas islas habitan esta isla?
A veces surge la posibilidad de compartir vaso y mesa con viejos que recuerdan y que te engarzan en una genealogía compartida. Parece que la sangre se reconoce en sus semejantes. Y se asoma una pregunta recurrente: ¿cuántas islas habitan esta isla?
En este cruce de caminos, no elegí.
1 comentario:
Cada elección una puerta y cada puerta otra vida.
Publicar un comentario