Hace años trabajé a más de setenta quilómetros de casa. De una forma casi religiosa, durante un año, cada mañana oía esta canción (My morning song, una de las grandes composiciones de The Black Crowes) mientras amanecía en la autopista y mi espíritu se llenaba de fuerza. Luego la guardé en alguna gaveta del recuerdo. Hoy ha vuelto, obsesivamente, para ocupar su lugar.
1 comentario:
Me encanta la canción!
Gracias por compartirla.
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