¿Por qué me atraen estas poetas norteamericanas que escriben sobre la pérdida de los seres queridos? Sharon Olds con El padre, Tess Gallagher con El puente que cruza la luna y ahora Mary Jo Bang con Elegía y la desgarradora pérdida de su hijo, muerte por sobredosis. Reconozco mi devoción por Sharon Olds y por todo cuando escribe, pero este libro me ha dolido. Hay lecturas que, aunque solo sea por un breve periodo, cambian nuestro forma de contemplar el mundo. Me ha ocurrido con Elegía.
ODA A LA HISTORIA
Si no se hubiera acostado con aquel chico
hace todos esos años, dónde estarían, se pregunta.
Ella y el hijo que no habrían existido y que ya
no existía. No sabría nada
de la maternidad. No sabría nada
de la muerte. No sabría nada
del amor. Esas tres cosas que se le concedían
para recordar. Despiértame, por favor, dijo ella,
cuando esta vida termine. Mírala: es como si
las ventanas de la noche estuvieran cosidas a sus ojos.
(Traducción de Jaime Priede)
1 comentario:
Pelos como escarpias, Cori.
Me ha encantado. Me ha dolido.
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