y de repente
un gallo entre la niebla:
aguardo el eco
algunas piedras
al lado del sendero:
cambio mi rumbo
en la distancia
forman rostros los árboles
pero no hablan
esta llovizna
una mosca zumbando:
¿es el silencio?
no queda nadie:
qué encarnada la penca
bajo el laurel
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