Llevo todo el día con esta canción en la cabeza y la verdad es que no sé muy bien por qué.
¿Qué imagen fugaz? ¿Qué sonido inaudible? ¿Qué palabra? ¿Qué recuerdo, qué ansia, qué deseo? ¿Qué provoca que algo ronde nuestro pensamiento hasta convertirse en una obsesión?
Lou Reed me ha acompañado toda esta tarde o, más bien, debería decir que ha sido Berlín quien me ha llenado de melancolía, de introspección. Siempre lo hace. Pero, de entre todas las canciones de ese disco fundamental, esta, siempre esta: Caroline says.
Vuelvo con cierta frecuencia a este álbum. Me golpea y necesito revivir la historia de Caroline, pero, al igual que Lou Reed cuando escribió esta obra, no he estado jamás en Berlín. O quizás sí.
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