Cuando los grabados se nos mostraron, callamos. Un silencio reverencial hacia la huella de unos hombres que habitaron justo en este lugar hace unos cuantos cientos de años. ¿Por qué estos trazos? ¿Por qué aquí?
Nos detuvimos a acariciar la roca, a fundirnos en aquel entorno, a sentirnos herederos de las líneas, de la piedra. La fuerza de aquella tierra nos sedujo en la contemplación.
3 comentarios:
Siempre, ante pictogramas como los que retratas, no puedo evitar sentir lo que tú sentiste: ¿cuándo?, ¿por qué?, ¿qué?... Preguntas que disparan mi imaginación.
El pasado, inevitablemente, siempre nos interroga.
Son líneas de nuestra mano, la cartografía de nuestro rostro,...
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